Es la primera vez que un escritor centroamericano gana el Premio Cervantes. Por fin. Y Sergio Ramírez no lo ha ganado, se lo ha ganado: por llevar escribiendo cuentos, ensayos, artículos y novelas más de 40 años, que van desde el lenguaje más poético al más DPQgqcEVAAA5Kc_comprometido, y por no permitirse menos que una buena narración. Pero además de sus propios méritos literarios, si alguien realmente merece un premio con el nombre del autor del Quijote, es Sergio Ramírez: hombre que es «de armas y letras».  Fue miembro activo de la oposición a  la dictadura de Anastasio Somoza en Nicaragua, y en 1977 encabezó el Grupo de los Doce, formado por intelectuales, empresarios, sacerdotes y dirigentes civiles que apoyaban al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Desde 1984 a 1990 fue Vicepresidente de Nicaragua, y su vida sigue, hasta hoy, vinculada a la política de su país.

En literatura ha sido galardonado, entre otros, con los premios Alfaguara, Carlos Fuentes y el Cervantes ahora. Reconocen su buen hacer al conjugar la historia y la ficción sin complicar un lenguaje que se desenvuelve de manera inmediata, cercana y certera.  Tal es el caso de la compleja narración de un hecho real en Castigo divino (1988), por cierto, una de las novelas favoritas de Carlos Fuentes. Ramírez ha sabido canalizar la historia y la Historia en sus narraciones, siempre con hilo fino y sin aburrir ni entretenerse con ideologías ni adoctrinamientos de ningún tipo. Su última novela precisamente se inserta en un género que bien conoce los derroteros ideológicos, el neopolicial. De nuevo, Ramírez magistralmente y haciendo gala del humor y el sarcasmo, hace predominar la trama y a sus siempre bien armados personajes. En esta novela, Ya nadie llora por mí (2017), retoma a su entrañable detective, Dolores Morales, que ya había presentado en El cielo llora por mí (2008) y que tanto recuerda al propio Ramírez, como Pepe Carvalho a Vázquez Montalbán o Mario Conde a Leonardo Padura.

521662Con nosotros publicó en 2012 un libro de ensayos literarios, La manzana de oro, que presentamos tanto en nuestra librería Iberoamericana, como en La Central de Callao, siempre acompañados de su amable y tranquila presencia, de su palabra calmada y su muy agudo lenguaje.

Enhorabuena, Sergio Ramírez, por tanta y tan buena literatura, por otras tantas acciones en el sentido más literal de la palabra: te lo has ganado.