Raza y política en Hispanoamérica
Tomás Pérez Vejo, Pablo Yankelevich (coords.)
Colección: Tiempo emulado. Historia de América y España, 58
Año: 2018
Páginas: 386 pages
Formato: 24 cm.
Encuadernación: Rústica
ISBN: 978-84-16922-44-4
Precio: €34,00
Coeditado con Bonilla Artigas Editores y El Colegio de México, este volumen analiza la diversidad de sentidos del término “raza” en el debate público iberoamericano. A través de estudios de caso, nacionales y regionales, el lector entrará en contacto con los significados y los usos de categorías raciales proyectadas en el terreno de las prácticas políticas. La obra ha sido incluida en la lista de los 20 mejores títulos publicados en México, Argentina y Colombia realizada por El País a finales del pasado mes. Aquí les dejamos un fragmento de la introducción que pueden leer entero en nuestra página web:
«El papel de la raza en la vida política del mundo contemporáneo resulta complejo y contradictorio pero difícil de soslayar. Al margen de casos obvios como los varios genocidios de las primeras décadas del siglo XX, culminados con el Holocausto judío y continuados por otros más recientes en diferentes regiones del mundo, la raza ha estado presente de una u otra forma y con mayor o menor dramatismo en muchos de los procesos y debates políticos de la modernidad.
[…]
Desde mediados del siglo XIX, a un mapa étnico dibujado sobre comunidades de blancos, indígenas y negros junto a vastas zonas mestizas, se sumaron corrientes migratorias de Europa, Medio Oriente y Asia; fue entonces que la incontenible mezcla agudizó las tensiones entre el clamor por un segregacionismo exclusivista y la utopía de la integración. La heterogeneidad étnica fue valorada como el principal escollo en la construcción de un nuevo orden político puesto que la nación, en tanto soporte de ese orden, resultaba amenazada por una amplia y compleja diversidad social y cultural.
Los textos reunidos en este libro atienden a este problema para dar cuenta de proyectos y estrategias políticas, de debates en la opinión pública, de guerras y sistemas normativos, y de reflexiones e investigaciones que colocaron a la raza como la variable explicativa de las dificultades para cimentar una identidad nacional. La tarea de tejer imaginarios en torno a un pasado común, capaz de afianzar un relato nacional, fue un esfuerzo político que se inició apenas rotos los vínculos con España y Portugal en las primeras décadas del siglo XIX y que continuó, con intensidades diversas, hasta bien entrada la pasada centuria. El peso de la negritud en Cuba y Brasil, así como la potente presencia indígena en México y el área andina obligaron al diseño de dispositivos para acortar la distancia entre la anómala diversidad racial hispanoamericana y un modelo ciudadano de matriz blanca y europea. La apuesta blanqueadora encaramada en los diversos proyectos inmigratorios que fomentaron las élites ilustradas, no siempre alcanzaron los resultados esperados. En la mayoría de los casos, los deseados flujos migratorios no pasaron de ser frágiles goteos incapaces de alterar de manera significativa la composición étnica de las poblaciones nacionales. Y en aquellas pocas sociedades donde fue mayor la potencia de esos flujos, los prejuicios sobre los países de origen y las propias condiciones sociales de los inmigrantes despertaron alertas sobre los peligros de una apuesta que había confiado demasiado en la potencia civilizadora de los extranjeros…»
Tomás Pérez Vejo
Pablo Yankelevich