Mañana 22 de junio de 2017 le será otorgado a la profesora Nadia V. Celis Salgado el 2017 Nicolás Guillén Outstanding Book Award de la Caribbean Philosophical Association, por su monografía La rebelión de las niñas: el Caribe y “la conciencia corporal”. El comité ha destacado el rigor teórico y el detalle con que se estudia el tema del cuerpo de las niñas y las opresiones que sobre él se ejercen en tanto que mujeres en el contexto específico del Caribe. Esta obra, a la que ya aludimos recientemente en el post sobre los premios Iberoamericana en LASA, ha sido valorada como un reseñable aporte tanto a los estudios feministas, como a la teoría política y a los estudios de las humanidades en general.
Lean un fragmento del prólogo escrito por Mayra Santos Febres, a quien Celis dedica precisamente un capítulo en el libro:
«En La rebelión de las niñas, Nadia Celis propone una interesante lectura que revisa el discurso de la sexualización infantil femenina. En su introducción, Celis examina las maneras en que la literatura latinoamericana continúa y expande el topos discursivo de la Lolita, y del acceso de los protagonistas masculinos a sus cuerpos prepúberes. No se enfoca en la denuncia, sí en la ausencia de una crítica sistemática del topos literario y en lo que esto puede suponerle como punto de partida para una relectura del cuerpo-corpus literario latinoamericano y las respuestas que al topos ofrecen cinco escritoras caribeñas contemporáneas: Antonia Palacios, Marvel Moreno, Fanny Buitrago, Magali García Ramis, y esta servidora. Me honra estar considerada entre este grupo de rebeldes literarias.
Apalabrar una ausencia discursiva supone una tarea difícil de acometer, y requiere una estrategia argumentativa creativa e innovadora. En La rebelión de las niñas, Nadia Celis echa mano a los estudios culturales, el feminismo tercermundista, los estudios poscoloniales, la crítica literaria caribeña y la teoría queer, y sus examinaciones de la construcción discursiva de los cuerpos y la sexualidad, obviamente poniendo énfasis en las formas en que el discurso del poder se manifiesta en la política de los cuerpos. Otra vez Nadia se enfoca en las respuestas, las resistencias, las subversiones y negociaciones que hacen las “niñas” literarias de su estudio. En todas y cada una de las argumentaciones que componen el abarcador estudio que aquí presenta, las niñas son vistas no como meras víctimas de la depravación o el deseo sublimado de los hombres, sino como entes activos en la empresa de su rebelión que, a fin de cuentas es estrategia de supervivencia y propuesta de cambio de los sistemas contextuales que las enmarcan.
El discurso de la víctima da paso a la examinación de la agencia en estos sujetos discursivos (reflejo y proyección de los sujetos políticos, civiles, actuales) para así ir desarticulando el discurso del poder patriarcal que los enmarca y los define como meros objetos de las acciones del otro, como receptores de su potencia y su apetito carnal y apalabrador.»
«Un cuerpo propio», Mayra Santos Febres
(prólogo a La rebelión de las niñas…, Iberoamericana/Vervuert, 2015)