Hace varios días descubrimos este interesante artículo de la revista Plos One sobre el cultivo del cacao y su producción e impacto ecológico. La importancia de este árbol y de su fruto, tanto económica como socialmente, se remonta a tiempos prehispánicos. Un análisis sobre este fenómeno en México, Guatemala, Nueva Granada (Colombia y Venezuela), Guayaquil (Ecuador) y Trinidad es el que encontraréis en Cacao. Producción, consumo y comercio: del período prehispánica a la actualidad en América Latina, obra colectiva coordinada por Laura Caso Barrera, publicada recientemente por nuestra editorial.
El cacao (Theobroma cacao L.) tuvo, desde tiempos prehispánicos, diversos usos, ya fuera que sus semillas sirvieran como producto de intercambio, para realizar pagos de tributos, como moneda en transacciones comerciales o utilizado en ofrendas rituales. También fue un producto codiciado y utilizado en el comercio a larga distancia por diversos grupos mesoamericanos desde épocas tempranas, en particular en las culturas mayas. La importancia de las semillas radicaba en su eventual transformación en una importante bebida ritual, el chocolate, que se consumía en celebraciones, banquetes, bodas, ceremonias o reuniones de gobierno.
Con la llegada de los españoles la situación no varió: las semillas siguieron teniendo un valor de cambio y fueron empleadas para pagar tributos, repartimientos y cargas religiosas. El cacao se convirtió en un producto fundamental de comercio para las colonias españolas en América y en un artículo básico de consumo entre las clases altas. Con la introducción de cacao proveniente de Guayaquil y Caracas, la producción de chocolate se abarató transformándose en un producto esencial de consumo para todas las clases sociales.
Si quieres seguir aprendiendo más sobre la importancia histórica de este árbol y sobre esta obra de investigación, visita nuestra web, donde podrás además leer la introducción y ojear el índice.