David Rodríguez Solás, autor de Teatros nacionales republicanos. La Segunda República y el teatro clásico español, tema tan en boga ahora mismo, se ha prestado a contestar las 4 preguntas de nuestro cuestionario. Desde ya, muchas gracias por tomárselo tan en serio y a ustedes no nos queda sino recomendarles esta rica entrevista. Gracias.
¿Qué lecturas, preguntas e investigación propiciaron la escritura de este libro que acabas de publicar con nosotros?, ¿qué aporta al panorama de la crítica académica actual?
La Segunda República española es un periodo sobre el que siempre quise escribir. Las obras y producciones teatrales de los años treinta son un hito en la historia del teatro español contemporáneo. La labor de Margarita Xirgu y Cipriano de Rivas Cherif en el teatro Español, el Teatro del Pueblo de Misiones Pedagógicas, o La Barraca cambiaron la forma en la que los espectadores se acercaron a las obras y atrajeron a un público que hasta entonces había sido indiferente al teatro. Son algunos ejemplos que aún resuenan con fuerza. Mi interés por el tema de este libro surgió de la lectura de la crítica teatral de la época y de las pocas respuestas que encontraba sobre el uso de la tradición teatral del Siglo de Oro en una época en la que se había borrado cualquier trazo de la monarquía española. Creo que era necesario responder a esa pregunta y dediqué mi tesis doctoral a este tema. De esa investigación surge Teatros nacionales republicanos. En la República hay una apreciación del teatro del Siglo de Oro paralelo a la construcción nacional. La tradición teatral española se utiliza en el discurso político, en conmemoraciones y como excusa para crear nuevas instituciones culturales. Necesitábamos una valoración contextualizada, por ejemplo, de compañías ambulantes como La Barraca, de su repertorio, de sus representaciones y del papel que tuvo en la formación teatral de Federico García Lorca.
La publicación de Teatros nacionales republicanos ha coincidido, además, con una nueva primavera republicana alentada por la corrupción de la instituciones y la abdicación del rey. Seguimos teniendo muy claros los símbolos de la Segunda República, en la que se quiere mirar la tercera, pero es más necesario que nunca conocer cómo se construyó esa sociedad civil, y creo que nos ayudará a entenderlo saber qué nación republicana se reprodujo en el teatro y cómo la recibieron los ciudadanos. Por otro lado, la República se suele estudiar como antesala de la Guerra Civil, cuando no se la señala tendenciosamente como la causa. Por esta razón decidídetenerme en 1936, pero sin soslayar las tensiones políticas que se mantuvieron desde el 14 de abril y que se manifestaron en el centenario de la muerte de Lope de Vega en 1935, al que dedico un capítulo, o en las actuaciones de La Barraca y del Teatro del Pueblo, que en ocasiones fueron recibidas como actos políticos.
Trazando tu campo literario y cultural, ¿podrías explicar con quéotras obras/ autores/ corrientes/ culturas, dialoga tu trabajo?
En España se ha realizado un trabajo excepcional de reconstrucción del teatro de los años treinta. Por mencionar solamente aquellas investigaciones que más me han ayudado, citarélas de Manuel Aznar Soler y de Juan Aguilera Sastre, que son un referente de rigor en la investigación. Creo que los lectores encontrarán relaciones entre mi libro y Retablos de agitación política, de Emilio Peral Vega, como me pareció a mí cuando lo leí y Teatros nacionales republicanos ya estaba en maquetación. Para analizar la construcción de una identidad nacional republicana me valgo de las ideas de entre otros Pierre Bourdieu, Antonio Gramsci, Pierre Nora, Loren Kruger y Anthony Smith.
¿Nos puedes adelantar en qué nuevos proyectos estás trabajando?
Llevo algún tiempo investigando el teatro y el cine que se produjo en la transición a la democracia para un nuevo libro. Algunas de estas obras y películas muestran las inquietudes sobre cuestiones de género y libertades sexuales, en otras se reivindican derechos civiles y la memoria histórica; sin embargo, al mismo tiempo se muestran las contradicciones entre el tutelaje político y los debates públicos que generaron estas prácticas culturales. Vistas desde el presente, las prácticas nos ofrecen una perspectiva inédita sobre un proceso que hoy se pone en tela de juicio, pero del que los productos de cultura, en mi opinión, arrojan una visión diferente a la dócil narrativa del consenso.
¿Participas en algún blog, plataforma, revista o congreso que nos puedas recomendar?
Colaboro con frecuencia en la publicación de los archivos de la Brigada Lincoln, http://www.albavolunteer.org En las páginas de la revista y del blog encontramos debates sobre la Guerra Civil española, la memoria histórica y, en línea con los ideales de los brigadistas que la crearon en 1938, artículos sobre justicia social. Conecto con otros investigadores a través de las redes sociales con mi cuenta de twitter http://www.twitter.com/drsolas y en mi página de academia.eduhttp://middlebury.academia.edu/DavidRodriguezSolas, una red social para académicos que cada vez tiene más difusión en el hispanismo. Por último, este año tuve ocasión de presentar mi trabajo en Londres, en el congreso de la Asociación Beta http://www.asociacionbeta.com/, creada por y para jóvenes doctores y que permite el diálogo de hispanistas que desarrollamos nuestro trabajo en ámbitos académicos de todo el mundo. Su próximo congreso se celebraráen Lisboa en junio de 2015.
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