Julieta VitulloRecientemente Julieta Vitullo (Buenos Aires, 1976) publicó Islas imaginadas. La Guerra de Malvinas en la literatura y el cine argentinos. Se trata de un libro que organiza y proporciona un mapa de ese campo; y cuya lectura resulta especialmente oportuna este año, cuando se conmemoraron los 30 de esa guerra. Julieta tuvo la gentileza de responder a nuestro cuestionario, aclarando algunas de sus posiciones.


Islas imaginarias
Buenos Aires, 2012, Corregidor, 204 p., € 24.00 ISBN: 9789500519922

¿Podrías mencionar algún libro u obra que te haya marcado como intelectual?
Supongo que debería empezar por Mark Twain, con cuyos Huckleberry Finn y Tom Sawyer me hice lectora en la infancia, no porque en ese momento me interesara el antiimperialismo de Twain ni la originalidad de su lengua estadounidense vernácula, sino porque con esos libros podía escaparme y vivir un sinfín de aventuras, podía jugar a ser Tom y a ser Huck. Y eran realmente aventuras sin fin, ya que de chica casi no leí otra cosa y me dediqué a leer los mismos dos libros una y otra vez. Creo que ese gusto por la aventura me marcó, porque de ahí en más mi rol como lectora e intelectual y muchas de las aventuras de mi vida fueron de la mano. 
En cuanto a obras críticas, la teoría suele resultarme árida y difícil y, si bien son muchos los autores que me marcaron (Bajtín, Lukács, Deleuze y Guattari), son pocos los libros de teoría que leí con placer. Mimesis, de Erich Auerbach, tuvo la virtud de hacer que me siguiera enamorando de la literatura y que pudiera vivir la interpretación sobre textos literarios como una experiencia literaria en sí misma. Mi acercamiento a Homero, a Rabelais, a Cervantes, a Stendhal (todos autores de libros de aventuras) es inseparable de la lectura de Mimesis.

¿Cuál sería exactamente tu campo de estudio y cómo crees que éste se despliega en la actualidad? ¿Podrías indicar líneas, vectores de fuerza, fracturas? ¿Qué libros o autores ocupan qué zonas? ¿Podrías precisar tu mapa mental del campo?
Ubico mi trabajo en la intersección de dos grandes campos. Por un lado, están los estudios teóricos sobre la guerra, desde Sun Tzu y Clausewitz, hasta Foucault, Negri y Hardt. Ahí se inserta mi libro, ya que para acercarme a Malvinas y situar las representaciones ficcionales de la guerra me fue imprescindible entender la guerra como un fenómeno humano universal, un fenómeno violento y de control punitivo, como tal inseparable de la política. Por otro lado está el campo de los estudios literarios y culturales argentinos, donde las ficciones de Malvinas constituyen un subgénero propio dentro de las producciones de la postdictadura. Una de las tareas fundamentales de mi investigación fue trazar ese corpus de ficciones en torno a la guerra de 1982 y encontrar líneas de problematización desde donde leer los textos.

¿Con qué obras crees que dialoga tu obra? O, dicho de otro modo, ¿con qué libros te gustaría que dialogara tu libro? ¿Quiénes serían tus interlocutores?
Escribí la primera versión de mi libro para satisfacer un requisito académico, pero desde un principio tuve en mente a un público no especializado. Me gustaría que mi libro dialogase con trabajos como Alegorías de la derrota, de Idelber Avelar, porque el mío es también un trabajo sobre la violencia, la derrota y el duelo pero con una especificidad que es la del fenómeno de la guerra. Y ya que la de Malvinas fue una guerra por un territorio, me imagino también un diálogo con el libro Mapas de poder, donde Jens Andermann analiza cómo el territorio es el lugar donde primero se ponen en juego los discursos identitarios de la nación.
Pero lo que más me interesa, y lo que tuve en mente durante los largos años de investigación y escritura, es que este libro sea accesible a un lector cualquiera a quien le interese la literatura argentina o el fenómeno de la guerra en la época contemporánea. Me gustaría que lo lean aquellos a quienes la guerra los haya marcado de alguna manera, incluyendo a los veteranos. Yo pensé en escribir este libro porque ese hecho violento y terrible fue mi primer recuerdo histórico, y llegué por fin a publicarlo porque indirectamente esa guerra terminó marcando mi vida de una forma inesperada. Por esa razón deseo que sean también lectores de mi libro los futuros espectadores de La forma exacta de las islas, una película documental surgida a partir de mi primer viaje a Malvinas en 2007. Esta película, dirigida por Edgardo Dieleke y Daniel Casabé, tiene a la guerra del 82 y a mi historia de vida en las islas como protagonistas, justamente por eso de que en mi caso las experiencias intelectuales y de vida van juntas.

¿Participas de alguna plataforma institucional para dar a conocer tu trabajo y conocer el de tus colegas? ¿Consideras que tiene algún impacto en tu trabajo?
Además de publicar ocasionalmente en alguna que otra revista, no participo ahora en ninguna plataforma institucional ni estoy asistiendo a conferencias. En los últimos meses, he encontrado que el diálogo con chicos adolescentes es algo refrescante. Enseño lengua y cine documental en un colegio cerca de Seattle y la edad de los chicos me obliga a atenerme a lo importante y a no preocuparme por cuál es el último grito de la moda crítica. ¿Qué es lo importante? La lengua, los relatos, la pasión por lo que uno hace, contra viento y marea, el sentido de aventura.

¿Tienes un blog? ¿Nos recomiendas alguno?
No tengo un blog, pero hago lo posible por mantener la página que me da de comer www.KitsapSpanish.com y a veces leo revistas culturales donde hay cosas que me gustan: El interpretador y Bocadesapo. Últimamente vivo un poco aislada del mundo de la crítica, criando hijos en el medio del bosque, en un trailer vintage del año 58.